Ábrete, sésamo. Al mundo.

“Estar abierto como la actitud inteligente.”

7 mins read
Por Marta Puigdemasa

Hoy en día, no podemos diferenciar entre lo digital y la realidad
Hoy en día, no podemos diferenciar entre lo digital y la realidad

  Ábrete, sésamo.
Al mundo

“Estar abierto como la actitud inteligente..”

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Por Marta Puigdemasa

El verbo abrir es caleidoscópico como la realidad. Por definición, abrir puede significar comenzar, descubrir, destapar, descorrer un pestillo o cerrojo… ¿Qué habrá detrás? Seamos curiosos.Porque, solo si abrimos puertas, crearemos nuevas posibilidades o futuros. Solo si abrimos nuestra mente al mundo, podremos acercarnos un poco a la verdad, la belleza, la justicia, la genialidad.

Erika Labrie es estadounidense, exmilitar y campeona de tiro con arco. Su primer amor fue un arco llamando Lance. Tuvo una relación con el muro de Berlín. Se casó con (y, más tarde, divorció de) la Torre Eiffel. Y lo último que se sabe de ella es que estaba enamorada de un patinete. Para personas como Erika, la objetofilia es una orientación sexual como cualquier otra. ¿Qué es para ti? Todos nos creemos muy abiertos, abiertas, abiertxs. ¿Pero lo somos tanto como nos gustaría?

The Spanish King

Ser una persona abierta es tener un carácter simpático, accesible, tolerante. Estar dispuesto a escuchar otras ideas. Abrirse a lo diferente. Y a lo contrario. Esto no quiere decir aceptar al acto cada locura (o mentecatería) que te suelten. Hay que contemplar las ideas. “Entertain them”, que bien dicen los ingleses. Observarlas, bailar a su ritmo, jugar con ellas, sin casarse con ninguna. Aunque al final termines saltando a un lado o al otro de la balanza. Suena fácil, a tres en raya, pero hacerlo requiere ser neutro como el gris asfalto, flexible como el bambú. Requiere escepticismo. Quietud. Una mente tranquila. En estos tiempos desbocados que corren.

Una persona abierta se atreve a juzgarse a sí misma y conoce el peso de su propia maleta (la moral, la tradición, el entorno, los jodidos estereotipos, los intereses personales). Estar abierto es estar preparado para escuchar cosas que puede que te entristezcan, te aburran o te molesten.Requiere estar dispuesto a exponerte y a reconocer, quizás, que estabas equivocado (sin vulnerabilidad solo hay mediocridad).

Como periodista, tener la mente y las orejas abiertas es una obligación. Sobre todo, cuando vas a ponerte a contar la historia de otro ser humano. Para dar voz hay que escuchar. Es tentador poner etiquetas. Y facilísimo reírse del otro. Más difícil es mostrar empatía e intentar, por mucho que cueste, comprender. Ante gente y visiones fuera de lo normativo, yo siempre me pregunto ¿por qué no? Y, antes de abrir la boca, me repito en silencio un mantra a lo Alí Babá: ábrete, sésamo.

The Spanish King

En este “mundo líquido”, que decía Zygmunt Bauman, un mundo complejo e incierto en el que todo es volátil, en el que la familia tradicional, los Estados, el empleo formal, y todo lo que antes daba estabilidad y seguridad a la gente, está haciendo aguas, estar abierto a todo es la actitud inteligente. La práctica recomendada. Porque el mundo cambia, el algoritmo varía, fluye, y tú tienes que estar alerta y saber detectar la ambrosía y separarla del veneno: beberte lo que te haga crecer o te produzca placer y dejar que lo tóxico pase a tu lado sin rozarte. Tan fácil, y tan complicado.

Así que, abre bien tus sesos. Descorre el pestillo. Entra en sus entrañas. Escucha sus locuras y haz experimentos. Pregunta, indaga. Ponte retos. Y un sombrero de explorador. Cuestiona tus máximas. Déjate llevar por el absurdo. Escucha esa música que a tu oído le suena a ruido.  Vístete con lo que ayer era un disfraz. Déjate contar cuentos. Pruébalo. Otra vez. Aunque te dé miedo, aunque no lo pilles. Filtra. Debate. Hazte más fuerte con cada encuentro. Celebra la magia del mantra. Encuentra un tesoro sin oro. ¿Un concepto que brilla? Cógelo. Hazlo tuyo. Y devuélvelo al mundo un poco más reluciente, más pulido. Crea otra puerta. Y vuelve tú al mundo, un poco más abierto, abierta, abiertx. Más humano.